El primer producto comercial de videollamadas se llamó Picture Phone y fue lanzado en 1964 por Bell Labs en la feria mundial de ciencia. Era un dispositivo con una pantalla y cámara que permitía a las personas llamarse y verse simultáneamente. El producto fue descontinuado en menos de un año debido a "demanda limitada", "un mercado muy pequeño" y una tracción muy lenta. Concluyeron que las personas preferían llamadas sin video porque les parecía "extraño" verse mientras hablaban. El Picture Phone también tenía una limitación en cuanto a conectividad, ya que obligaba a los clientes a conectar manualmente cada PicturePhone entre sí. Esto limitó mucho las pruebas y la experiencia del usuario, ya que solo podían hacer "Picture Phoning" con personas en el mismo edificio.
En retrospectiva, vemos que esta fue una conclusión equivocada. Las limitaciones de la tecnología obstaculizaron la experiencia, pero confundieron un fracaso en la ejecución con un fracaso de la idea en sí. Las personas hacen esto todo el tiempo: matan la idea antes de darle una oportunidad. Creo que esto está sucediendo nuevamente con el trabajo remoto.
El trabajo remoto es el futuro del trabajo porque la IA es el futuro del trabajo, y no hay nada más "remoto" que la IA. El poder de la inteligencia artificial no reside solo en ayudar a los usuarios respondiendo a sus preguntas. El verdadero poder de la IA radica en ponerla a trabajar de manera automática. Lanzar sus capacidades de razonamiento y resolución de problemas automáticamente a medida que llega trabajo a la organización. A esto lo llamamos Inteligencia Artificial Automática. Poner a trabajar la IA de manera automática es un desafío mucho mayor que simplemente usarla como usuario, ya que requiere asegurarse de que la IA sea correcta la mayor parte del tiempo, que cada paso pueda ser auditado, que use información real y correcta y que se obtenga las métricas de performance.
Las personas que puedan lanzar Inteligencia Artificial de forma automática tendrán una ventaja insuperable sobre aquellos que no puedan hacerlo. Podrán escalar infinitamente su capacidad de resolución de problemas, trabajando en múltiples aspectos del negocio en paralelo, instantáneamente. Los humanos, por otro lado, deben trabajar en secuencia, con el tiempo biológico, que es más lento y costoso para le empresa. No saber cómo poner a trabajar IA de manera automática, sera dentro de muy poco tiempo (en 1-3 años), equivalente a no saber usar un teléfono celular, un browser o Excel. Contratarías a alguien que no sabe usar excel o enviar e-mails?
Muchas empresas están imponiendo mandatos de "regreso a la oficina", con Amazon como el último ejemplo. Mi hipótesis es que el liderazgo de esas empresas todavía no saben cómo lanzar IA de manera automática, a escala, en sus empresas. Están ciegos ante las increíbles posibilidades que se avecinan y están tratando de forzar al mundo a adaptarse a su visión en lugar de adaptarse a lo que viene. Imaginen a un líder en 1907, insistiendo en que los empleados no usen teléfonos porque no puede ver sus caras mientras hablan y le es incómodo. En lugar de eso, les pide que vayan a la oficina y esperen en fila. Conveniente para el gerente, pero increíblemente ineficiente para el empleado.
Las personas inteligentes, hoy en día, tienen innumerables formas de ganar dinero. Elegirán trabajos que se ajusten a su estilo de vida. Si quieren viajar, lo harán. Si quieren quedarse en casa con sus hijos, lo harán. Los trabajos que les ayuden a lograr el estilo de vida deseado, cualquiera que sea, atraerá al mejor talento. Forzar a los empleados a adaptar sus estilos de vida al trabajo ya no es una estrategia viable para captar al mejor talento y, por lo tanto, es perjudicial para tu negocio. Alejarás a empleados inteligentes, talentosos y emprendedores, y te quedarás con aquellos que no tienen otra opción.
Además, las personas capaces que saben cómo lanzar IA no "trabajan" en una oficina. Están creando flujos de trabajo donde la IA se activa de manera correcta, entrega resultados e impacta al negocio. La IA es la que trabaja en realidad. Esto exige pensar de manera remota siempre. Significa definir claramente los inputs y outputs de los trabajos a realizar y ejecutarlos. Requiere ver a la empresa no como una jerarquía o un organigrama, sino como una orquesta de flujos que se componen para entregar el resultado final. Como pueden escalar sus flujos de trabajo infinitamente, las personas competentes en IA trabajarán, por defecto, de forma remota.
Como CEO, enfrenté este desafío personalmente. Quería trabajar en una oficina, pero la gente que necesitaba se negaba. Programé varias reuniones semanales para mantenerme en contacto, cargando a mi equipo con un montón de reuniones. Eventualmente, me di cuenta de que el problema no era ellos, era yo. No podía dejar de sentir ansiedad por no saber exactamente qué estaba pasando o cómo se estaban haciendo las cosas.
Siempre he admirado cómo operan los ejércitos y a menudo los veo como una fuente de inspiración. Los ejércitos ganan guerras de manera remota; no pueden depender de que todos estén en la misma sala. En lugar de eso, despliegan sus fuerzas en diferentes lugares, dan órdenes claras y confían en que se ejecutarán de forma autónoma.
Como una startup pequeña, cada persona es responsable de una parte fundamental de nuestro negocio, por lo que adoptamos un enfoque similar. Ahora, solo tenemos una reunión los lunes por la mañana, que dura 90 minutos. Revisamos el progreso, alineamos prioridades y luego cada quien ejecuta en su propio tiempo. Eso es todo. No más micromanagement. Solo ejecución autónoma. Con el tiempo, hemos llegado a amar esta forma de trabajar. Nos permite enfocarnos en nuestros clientes, mientras nos permite disfrutar los estilos de vida que queremos llevar. Por supuesto, a medida que escalemos, este sistema puede cambiar, pero debemos forzarnos a tratar que el modelo remoto funcione, sin importar nuestro tamaño.
El futuro del trabajo es, sin duda, remoto. Adoptar la IA de forma automática y por ende, el trabajo remoto no es solo una ventaja competitiva, es una necesidad que pronto será fundamental. Aquellos que se adapten triunfarán. Aquellos que no lo hagan...